Si usted tiene una insuficiencia cardiaca, sus pies, tobillos o
piernas se pueden hinchar. Éste es un problema común.
La hinchazón a menudo se produce cuando la sangre retrocede
en sus vasos sanguíneos porque el corazón no puede bombear
suficientemente duro para empujar la sangre por completo en el
cuerpo. De alguna manera, esta situación es similar a un
fregadero obstruido sin drenaje.
Sus pies se pueden hinchar cuando su corazón se engrosa y
endurece tanto que no deja entrar la sangre suficientemente
rápido. Esto se llama insuficiencia cardiaca diastólica.
La acumulación de fluidos se puede empeorar cuando su cuerpo
trata de compensar el bajo volumen de sangre que es bombeada
por el corazón. En otras palabras, su cuerpo trata
automáticamente de ayudarse aferrándose a los fluidos, pero en
realidad está empeorando el problema de la insuficiencia
cardiaca.
La gravedad también puede empeorar la hinchazón de sus pies.
Hace que la sangre y los fluidos se asienten en las partes
inferiores de su cuerpo, en particular cuando usted está parado
muchas horas.
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miércoles, mayo 21, 2008
domingo, noviembre 11, 2007
MAS ACERCA DEL SODIO
UN ARTICULO DE INTERES Y DE AYUDA PARA NOSOTROS.
La forma más común de sodio es el cloruro de sodio , es decir la llamada sal de mesa. El sodio se encuentra en forma natural en la mayoría de los alimentos que consumimos y en el agua potable, aunque la cantidad varía dependiendo de la fuente.
Pero este mineral también se agrega en diversos alimentos procesados en forma de glutamato monosódico , nitrito de sodio , sacarina de sodio , polvo para hornear (bicarbonato de sodio) y benzoato de sodio para lograr que se conserven más tiempo.
La carne procesada como el jamón, las salchichas y el tocino, son algunos ejemplos de alimentos con grandes cantidades de sodio para su conservación.
Pero las sopas de verdura enlatada, los cubos de caldo concentrado, la sal de cebolla o la salsa de soya también son productos con demasiado sodio. Sin mencionar la llamada comida rápida que por lo general contienen grandes cantidades de sal.
Sal: necesaria para la vida
La sal es un mineral fundamental para mantener el equilibrio en nuestro organismo, ya que cumple funciones muy importantes, por ejemplo en el balance hidroelectrolítico (retención de líquidos), la neutralización de ácidos de nuestro cuerpo y la regulación de los mecanismos de excitabilidad muscular y nerviosa.
Por otra parte, también es indispensable en la digestión y metabolismo de los alimentos.
La cantidad necesaria de sodio es de 2 g diarios, sin embargo, nuestra ingesta supera en mucho esta recomendación. Según una reciente investigación hay individuos que su consumo diario de sal es mayor a los 20 g.
Un exceso de sal de tales magnitudes trae consigo múltiples consecuencias que van desde la hipertensión, los problemas cardiovasculares, edemas (retención de líquidos e inflamaciones) hasta los cálculos.
El sodio en la naturaleza
Tal como ocurre con la mayoría de los minerales, todos los alimentos cuentan con sodio en su composición química. Generalmente la cantidad es relativamente baja sobre todo en las frutas y los vegetales, otros alimentos contienen este mineral en proporciones mayores como la carne de cerdo, las vísceras y los mariscos, también está presente en la leche y el yogurt.
El sodio procesado
Durante los procesos industriales como el enlatado o el ahumado, a los alimentos se les adiciona sal, aumentando extraordinariamente su contenido como sucede, por ejemplo, con las aceitunas, los embutidos, algunas verduras, pescados y mariscos en conserva, mantequilla, margarina, quesos y algunos panes.
Pero además, durante la preparación de los alimentos en casa, se agrega sal, con lo cual la ingesta de este mineral es mucho mayor a la necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo.
Por ello es necesario aprender a darle sabor a las comidas con otros condimentos como: albahaca, laurel, clavo de olor, comino, tomillo, orégano, pimienta, pimentón, ají molido, canela, vainilla, estragón, jengibre, ajo, perejil, cebollón, limón, vinagre, coco, semillas de anís, sésamo, almendra, menta, mostaza en polvo, nuez moscada, páprika, azafrán, romero, salvia y azúcar.
Otras opciones
Cuando la hipertensión no es muy severa, el médico puede permitir la utilización de cantidades pequeñas del mineral o sales modificadas que se adquieren en el mercado y contienen una menor cantidad de sodio.
Sales modificadas: Son de fabricación comercial y no en todos los países se pueden encontrar.
Sales dietéticas: Ninguna de ellas contienen sodio, pero como se elaboran a base de cloruro de amonio y de potasio, no pueden ser consumidas por personas con problemas renales y hepáticos.
Habla con tu médico sobre la posibilidad de que consumas otros tipos de sal, pero recuerda que si no puedes, existen otros condimentos que, incluso, le dan mayor sabor a la comida.
Referencia informativa: Cocina rica y nutritiva para hipertensos. Buenos Aires, Argentina, Concepto, 2006; www.nutrar.com; Medline Plus
La forma más común de sodio es el cloruro de sodio , es decir la llamada sal de mesa. El sodio se encuentra en forma natural en la mayoría de los alimentos que consumimos y en el agua potable, aunque la cantidad varía dependiendo de la fuente.
Pero este mineral también se agrega en diversos alimentos procesados en forma de glutamato monosódico , nitrito de sodio , sacarina de sodio , polvo para hornear (bicarbonato de sodio) y benzoato de sodio para lograr que se conserven más tiempo.
La carne procesada como el jamón, las salchichas y el tocino, son algunos ejemplos de alimentos con grandes cantidades de sodio para su conservación.
Pero las sopas de verdura enlatada, los cubos de caldo concentrado, la sal de cebolla o la salsa de soya también son productos con demasiado sodio. Sin mencionar la llamada comida rápida que por lo general contienen grandes cantidades de sal.
Sal: necesaria para la vida
La sal es un mineral fundamental para mantener el equilibrio en nuestro organismo, ya que cumple funciones muy importantes, por ejemplo en el balance hidroelectrolítico (retención de líquidos), la neutralización de ácidos de nuestro cuerpo y la regulación de los mecanismos de excitabilidad muscular y nerviosa.
Por otra parte, también es indispensable en la digestión y metabolismo de los alimentos.
La cantidad necesaria de sodio es de 2 g diarios, sin embargo, nuestra ingesta supera en mucho esta recomendación. Según una reciente investigación hay individuos que su consumo diario de sal es mayor a los 20 g.
Un exceso de sal de tales magnitudes trae consigo múltiples consecuencias que van desde la hipertensión, los problemas cardiovasculares, edemas (retención de líquidos e inflamaciones) hasta los cálculos.
El sodio en la naturaleza
Tal como ocurre con la mayoría de los minerales, todos los alimentos cuentan con sodio en su composición química. Generalmente la cantidad es relativamente baja sobre todo en las frutas y los vegetales, otros alimentos contienen este mineral en proporciones mayores como la carne de cerdo, las vísceras y los mariscos, también está presente en la leche y el yogurt.
El sodio procesado
Durante los procesos industriales como el enlatado o el ahumado, a los alimentos se les adiciona sal, aumentando extraordinariamente su contenido como sucede, por ejemplo, con las aceitunas, los embutidos, algunas verduras, pescados y mariscos en conserva, mantequilla, margarina, quesos y algunos panes.
Pero además, durante la preparación de los alimentos en casa, se agrega sal, con lo cual la ingesta de este mineral es mucho mayor a la necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo.
Por ello es necesario aprender a darle sabor a las comidas con otros condimentos como: albahaca, laurel, clavo de olor, comino, tomillo, orégano, pimienta, pimentón, ají molido, canela, vainilla, estragón, jengibre, ajo, perejil, cebollón, limón, vinagre, coco, semillas de anís, sésamo, almendra, menta, mostaza en polvo, nuez moscada, páprika, azafrán, romero, salvia y azúcar.
Otras opciones
Cuando la hipertensión no es muy severa, el médico puede permitir la utilización de cantidades pequeñas del mineral o sales modificadas que se adquieren en el mercado y contienen una menor cantidad de sodio.
Sales modificadas: Son de fabricación comercial y no en todos los países se pueden encontrar.
Sales dietéticas: Ninguna de ellas contienen sodio, pero como se elaboran a base de cloruro de amonio y de potasio, no pueden ser consumidas por personas con problemas renales y hepáticos.
Habla con tu médico sobre la posibilidad de que consumas otros tipos de sal, pero recuerda que si no puedes, existen otros condimentos que, incluso, le dan mayor sabor a la comida.
Referencia informativa: Cocina rica y nutritiva para hipertensos. Buenos Aires, Argentina, Concepto, 2006; www.nutrar.com; Medline Plus
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HIPERTENSION ARTERIAL
SIN BIEN ES CIERTO QUE LA HIPERTENSION ARTERIAL ES DISTINTA A NUESTRA HIPERTENCION ARTERIAL PULMONAR, COMPARTE VARIOS O ALGUNOS SINTOMAS y o SIMILITUDES QUE NOS PUEDEN AYUDAR A CONTROLARLA, POR LO QUE ME PERMITO COMPARTIR ALGUNOS ARTICULOS ACERCA DE COMO AYUDAR A MEJORAR LA SITUACION DE HIPERTENSION ARTERIAL PULMONAR, COMO ES EL CASO QUE ACONTINUACION COMENTO COMO LA RETENCION DE LIQUIDOS POR EL EXCESO DE SODIO O SAL.
Hasta el momento se desconocen las causas exactas de la elevación de presión arterial y el desarrollo de hipertensión, pero se sabe con certeza cuáles son los factores que pueden influir en el aumento de la tensión arterial, uno de ellos es el consumo excesivo de sal.
En los países industrializados, la ingesta de sodio es entre dos y tres veces mayor al recomendado para preservar la salud, que se establece en 1,500 miligramos ( 1.5 gramos ) o 2,000 miligramos ( 2 gramos ) máximo al día. Los alimentos procesados y precocinados son lo que más sodio contienen y se han convertido en la causa de que la ingesta de este mineral se haya disparado tanto en detrimento de la salud.
Según los expertos, el aumento de la presión sanguínea es uno de los mecanismos más eficaces que tiene el metabolismo humano para desprenderse del sodio sobrante. Con una alimentación rica en sal, la presión en las arterias aumenta considerablemente, lo que podría explicar el desarrollo de hipertensión.
Por ello es que los médicos recomiendan evitar el consumo de alimentos ricos en sodio para regular la tensión arterial. Hasta ahora, esta estrategia ha fallado debido a muchos factores, así que un grupo de científicos finlandeses proponen otra alternativa: aumentar el consumo de calcio y potasio.
Equilibrio natural
El ser humano está genéticamente diseñado para llevar una alimentación basada en diversas fuentes alimenticias, de las cuales obtiene los nutrientes esenciales para los procesos internos del organismo. De esta manera, reacciona ante la escasez o el aumento de algún nutriente.
La presión sanguínea, por ejemplo, se incrementa ante el exceso de sodio debido a un mecanismo natural que se encarga de eliminar lo que está de más. Cuando la presión aumenta, se incrementa también la excreción renal con la intensión de expulsar el sodio que no se necesita.
Este proceso funciona a la inversa también: cuando hay una cantidad muy baja de sodio debido a problemas gastrointestinales, a una excesiva sudoración o a pérdida de sangre, el cuerpo humano disminuye la presión sanguínea para preservar el sodio que queda.
Curiosamente, un incremento en el consumo de potasio y calcio puede mejorar este mecanismo y ayuda a excretar el sodio sobrante.
Calcio: más que fuerza en los huesos
Este mineral es el de mayor presencia en el cuerpo humano debido a las múltiples funciones que cubre, además de la formación de huesos y dientes sanos. Es el cuarto componente del organismo después del agua, las proteínas y las grasas.
El total de calcio que está presente en nuestro organismo, se aproxima a los 1,200 gramos , lo que es equivalente a decir 1.5 a 2% de nuestro peso. De esto, casi un 99% se concentran en los huesos y dientes, pero el 1% restante se distribuye en el torrente sanguíneo, los fluidos corporales y las células musculares llevando a cabo muchos procesos de vital importancia.
Tanto su carencia como su exceso son perjudiciales para la salud, ya que participa en diferentes procesos entre los que destaca la coagulación de la sangre, la transmisión de impulsos nerviosos, los latidos normales del corazón, las funciones de los músculos y la estimulación de la secreción de las hormonas.
Pero, además, actúa como un tranquilizante natural ayudando en la relajación y la inducción del sueño. Regula la presión arterial y los niveles de colesterol lo cual mantiene el sistema circulatorio en buen estado previniendo las enfermedades cardíacas.
Por ello es que una baja ingesta de calcio está asociada a la presencia de hipertensión y su aumento puede disminuir los valores de presión arterial en algunos pacientes.
Una alimentación balanceada, rica en productos lácteos aporta el calcio que nuestro cuerpo necesita. La leche, el queso, el yogurt y la mantequilla, entre otros, contienen una forma de calcio mucho más eficiente para el cuerpo humano; sin embargo no son las únicas fuentes alimenticias: productos como las almendras, las nueces, las avellanas, los pistaches, las semillas de girasol y sésamo también poseen este mineral.
Así como el brócoli, el poro, la col, el perejil, las espinacas y las acelgas o en legumbres como la soja, los garbanzos y las lentejas y frutas secas como el higo, las pasitas y los dátiles. ( Si tomas anticiagulante no ingieras por decicion propia estos ultimos , ya que alteran nuestros niveles de Anticoagulante, consulta a tu medico)
Bondades del potasio
Es el tercer mineral más importante del cuerpo después del calcio y el fósforo. Se trata de un macromineral que ayuda a mantener la presión normal al interior de las células. Regula el balance de agua en el organismo y disminuye los efectos del exceso de sodio ya que propicia su eliminación a través de la orina.
Además, es esencial para el funcionamiento correcto del corazón ya que participa en el mecanismo de contracción y relajación de los músculos, incluyendo al miocardio. La ingesta de potasio protege contra el desarrollo de hipertensión pero también mejora el control de la afección en pacientes que la padecen.
Muchos alimentos contienen potasio, si bien no en la misma proporción, pues algunos contienen mayores cantidades como es el caso de las frutas.
La mayoría de las personas creen que el plátano es la fuente de potasio más importante, sin embargo otros frutos tienen más cantidad del mineral, como el tamarindo o los dátiles
La carne, el pescado como el salmón, el bacalao, la platija y las sardinas son buenas fuentes de potasio, al igual que los productos de soja.
Por otra parte, verduras como el brócoli, las habas, las papas y el camote también son una buena fuente de este mineral.
Recuerda que ningún nutrimento actúa separadamente, así que para obtener los beneficios de estos minerales es necesario que lleves una dieta sana y balanceada en donde estén presentes todas las vitaminas, oligoelementos y minerales esenciales.
¡Platica con tu médico o nutriólogo!
Referencia informativa: Cocina rica y nutritiva para hipertensos.
Colección Plan alimentario y cuidados especiales; www.consumaseguridad.com; www.zonadiet.com; Medline Plus
Departamento de Comunicación y contenido, TodoEnSalud
Hasta el momento se desconocen las causas exactas de la elevación de presión arterial y el desarrollo de hipertensión, pero se sabe con certeza cuáles son los factores que pueden influir en el aumento de la tensión arterial, uno de ellos es el consumo excesivo de sal.
En los países industrializados, la ingesta de sodio es entre dos y tres veces mayor al recomendado para preservar la salud, que se establece en 1,500 miligramos ( 1.5 gramos ) o 2,000 miligramos ( 2 gramos ) máximo al día. Los alimentos procesados y precocinados son lo que más sodio contienen y se han convertido en la causa de que la ingesta de este mineral se haya disparado tanto en detrimento de la salud.
Según los expertos, el aumento de la presión sanguínea es uno de los mecanismos más eficaces que tiene el metabolismo humano para desprenderse del sodio sobrante. Con una alimentación rica en sal, la presión en las arterias aumenta considerablemente, lo que podría explicar el desarrollo de hipertensión.
Por ello es que los médicos recomiendan evitar el consumo de alimentos ricos en sodio para regular la tensión arterial. Hasta ahora, esta estrategia ha fallado debido a muchos factores, así que un grupo de científicos finlandeses proponen otra alternativa: aumentar el consumo de calcio y potasio.
Equilibrio natural
El ser humano está genéticamente diseñado para llevar una alimentación basada en diversas fuentes alimenticias, de las cuales obtiene los nutrientes esenciales para los procesos internos del organismo. De esta manera, reacciona ante la escasez o el aumento de algún nutriente.
La presión sanguínea, por ejemplo, se incrementa ante el exceso de sodio debido a un mecanismo natural que se encarga de eliminar lo que está de más. Cuando la presión aumenta, se incrementa también la excreción renal con la intensión de expulsar el sodio que no se necesita.
Este proceso funciona a la inversa también: cuando hay una cantidad muy baja de sodio debido a problemas gastrointestinales, a una excesiva sudoración o a pérdida de sangre, el cuerpo humano disminuye la presión sanguínea para preservar el sodio que queda.
Curiosamente, un incremento en el consumo de potasio y calcio puede mejorar este mecanismo y ayuda a excretar el sodio sobrante.
Calcio: más que fuerza en los huesos
Este mineral es el de mayor presencia en el cuerpo humano debido a las múltiples funciones que cubre, además de la formación de huesos y dientes sanos. Es el cuarto componente del organismo después del agua, las proteínas y las grasas.
El total de calcio que está presente en nuestro organismo, se aproxima a los 1,200 gramos , lo que es equivalente a decir 1.5 a 2% de nuestro peso. De esto, casi un 99% se concentran en los huesos y dientes, pero el 1% restante se distribuye en el torrente sanguíneo, los fluidos corporales y las células musculares llevando a cabo muchos procesos de vital importancia.
Tanto su carencia como su exceso son perjudiciales para la salud, ya que participa en diferentes procesos entre los que destaca la coagulación de la sangre, la transmisión de impulsos nerviosos, los latidos normales del corazón, las funciones de los músculos y la estimulación de la secreción de las hormonas.
Pero, además, actúa como un tranquilizante natural ayudando en la relajación y la inducción del sueño. Regula la presión arterial y los niveles de colesterol lo cual mantiene el sistema circulatorio en buen estado previniendo las enfermedades cardíacas.
Por ello es que una baja ingesta de calcio está asociada a la presencia de hipertensión y su aumento puede disminuir los valores de presión arterial en algunos pacientes.
Una alimentación balanceada, rica en productos lácteos aporta el calcio que nuestro cuerpo necesita. La leche, el queso, el yogurt y la mantequilla, entre otros, contienen una forma de calcio mucho más eficiente para el cuerpo humano; sin embargo no son las únicas fuentes alimenticias: productos como las almendras, las nueces, las avellanas, los pistaches, las semillas de girasol y sésamo también poseen este mineral.
Así como el brócoli, el poro, la col, el perejil, las espinacas y las acelgas o en legumbres como la soja, los garbanzos y las lentejas y frutas secas como el higo, las pasitas y los dátiles. ( Si tomas anticiagulante no ingieras por decicion propia estos ultimos , ya que alteran nuestros niveles de Anticoagulante, consulta a tu medico)
Bondades del potasio
Es el tercer mineral más importante del cuerpo después del calcio y el fósforo. Se trata de un macromineral que ayuda a mantener la presión normal al interior de las células. Regula el balance de agua en el organismo y disminuye los efectos del exceso de sodio ya que propicia su eliminación a través de la orina.
Además, es esencial para el funcionamiento correcto del corazón ya que participa en el mecanismo de contracción y relajación de los músculos, incluyendo al miocardio. La ingesta de potasio protege contra el desarrollo de hipertensión pero también mejora el control de la afección en pacientes que la padecen.
Muchos alimentos contienen potasio, si bien no en la misma proporción, pues algunos contienen mayores cantidades como es el caso de las frutas.
La mayoría de las personas creen que el plátano es la fuente de potasio más importante, sin embargo otros frutos tienen más cantidad del mineral, como el tamarindo o los dátiles
La carne, el pescado como el salmón, el bacalao, la platija y las sardinas son buenas fuentes de potasio, al igual que los productos de soja.
Por otra parte, verduras como el brócoli, las habas, las papas y el camote también son una buena fuente de este mineral.
Recuerda que ningún nutrimento actúa separadamente, así que para obtener los beneficios de estos minerales es necesario que lleves una dieta sana y balanceada en donde estén presentes todas las vitaminas, oligoelementos y minerales esenciales.
¡Platica con tu médico o nutriólogo!
Referencia informativa: Cocina rica y nutritiva para hipertensos.
Colección Plan alimentario y cuidados especiales; www.consumaseguridad.com; www.zonadiet.com; Medline Plus
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